
La Musa
Conquistas los rincones
de mi corazón,
musa seductora.
Superas con astucia
el circunspecto monacato
de mi existencia.
El sol del mediodía acrecienta
tu extrañeza –
temo que respondas
al llamado lejano del mar...
Visitas la tierra,
mas tu mente sobrehumana
no fue creada
para negar o aprobar
mis ansias secretas.
¡Eres la Poesía misma!
Tu espíritu respira, se oculta,
descubre la pista invisible,
apelando a mi aspecto lunar.
Esta noche, Musa mía,
te ruego
que debilites la carne
y las espinas del destino.
¡Vuélvete alma pura,
caprichosa amiga mía!
Inspírame con tu magia…
Silvia Evelina, Buenos Aires, Argentina. 2012 –
Todos los derechos
reservados.
![]() |
Dále ¡cantá una nota! |