lunes, 6 de julio de 2009
DUELO

Me habitué a la pérdida misma.
Es el detalle que muerde, y desgasta:
un tazón sin dueño en el estante,
la mesa del patio demasiado larga
y a su lado una silla de madera, vacante.
No es remordimiento
por palabras taciturnas
ni el pesar por el inconstante
amor que en la vida ofreces;
es la mirada de cosas triviales
el lastre bajo el cual
mi corazón desfallece.
Es el detalle que muerde, y desgasta:
un tazón sin dueño en el estante,
la mesa del patio demasiado larga
y a su lado una silla de madera, vacante.
No es remordimiento
por palabras taciturnas
ni el pesar por el inconstante
amor que en la vida ofreces;
es la mirada de cosas triviales
el lastre bajo el cual
mi corazón desfallece.
Copyright: Silvia Evelina, Buenos Aires, Argentina, 2009.
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