COLONOS
Después
del garrote del opresor,
descuartizamientos,
baqueta y el apaleo,
marcharon
ejércitos con lanzas y Remingtons,
junto
a constructores de ferrocarriles,
cuando
el Mapuche replegábase
en
tolderías de resistencia.
Europeos
atravesaron el Atlántico
Apostando
a esperanzas y sueños,
aferrados
a cacerolas de bronce,
biblias,
lencería de lino, cucharas de plata,
quizás
un baúl de roble
salvaguardado de
la Gran Guerra ,
reliquias,
joyas.
Algunos
se extraviaron
en
enigmáticos newen verde grisáceos,
donde
la belleza se oculta
bajo
un manto descomunal
para
el ojo del winca.
Ráfagas
barriendo las mesetas
sorbieron
la humedad de marejadas,
desafiaron
nubarrones apiñados sobre la cordillera,
aguardando
derecho de pasaje.
Quizás
haya sido, simplemente,
los
oscuros poderes de incendiadas rukas
debilitando
al que desatendía las huellas
de la
naturaleza viviente;
figuras
encorvadas en senderos de polvo,
futrakeche agitando su makün al aire,
lo
que doblegó al winca.
Muchos
tejerían su camino de regreso
hacia
luminosas ciudades del Puelmapu,
estremeciendo
los hombros
ante
el kuruf perenne, desaguado.
Solamente
el robusto se afincó.
O tal
vez no tenía modo
de
virar, ni un solo amor
en su
corazón
desposado
con la patria ancestral.
Poeta
patagónica, Bariloche, Patagonia, 2014.
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